lunes, 23 de junio de 2014

Gracias, Señor, por tu iglesia sanrafaelina


  Por Rodrigo


  Gracias, Señor, por tu iglesia sanrafaelina.
  Gracias, Señor, por la celebración de Corpus Christi de anteayer.
  Gracias, Señor, porque en un mundo donde se rechaza y maltrata tu Santísimo Cuerpo, tu iglesia sanrafaelina te rinde los más conspicuos honores.
  Gracias, Señor, porque en una patria como la Argentina, con las iglesias vacías y la fe en agonía, tu pueblo sanrafaelino aún sigue destacando por la fe con que te acompaña.


  Gracias, Señor, porque en un mundo inquieto entre rebeliones y vientos de cambio que derriban lo antiguo, tu terruño sanrafaelino eleva sus voces en clave gregoriana y te canta en latines con himnos tan viejos como vieja es tu fiesta eucarística.
  Gracias, Señor, porque en un mundo donde la feligresía católica se avergüenza de su fe, se encierra, se esconde; aún quedan pueblos como el nuestro que sale desafiante a las calles portando enhiesto y glorioso al Pan de los Ángeles y testimoniando sin dobleces la fe en el Dios Verdadero.
  Gracias, Señor, porque en una patria como la nuestra, envenenada de misas-bailanta y de pura guitarra, tu pueblo sanrafaelino te honra como Dios manda, con la solemnidad del silencio y la trascendencia de un Tantum Ergo.
  Gracias, Señor, porque en un mundo que te desprecia en el Santísimo Sacramento, en un mundo donde las gentes, la más de las veces, te reciben por costumbre e indignamente; en tu iglesia diocesana aún se ven las familias enteras -los jóvenes, los viejos, los niños-, que de pie o de rodillas te reciben con unción y recogimiento.
  Gracias, Señor, porque en un mundo pacifista, sin lucha y asustado por la muerte, nuestro pueblo diocesano te canta el himno glorioso de los mártires de Barbastro, y te dice gozoso “Jesús ya sabes, soy tu soldado, siempre a tu lado yo he de luchar… ¡y qué ideal! ¡Por ti Rey mío la sangre dar!”
  Gracias, Señor, porque en un mundo donde los sacerdotes esconden su condición como si tuvieran vergüenza de ella, en nuestra diócesis querida se ven por doquier sacerdotes valientes, que visten su sotana y la llevan con orgullo como si fueran soldados gozosos de su uniforme.
  Gracias, Señor, porque en una Argentina temerosa y cobarde, tu San Rafael aún te canta como en el santo y discutido Congreso Eucarístico de 1934, y te dice confiado: “Dios de los corazones, sublime redentor, domina las naciones y muéstrales tu amor…”
  Gracias, Señor, porque en un mundo que finge caridad y misericordia, tu pueblo fiel del Sur de Mendoza te ofrece un auténtico testimonio de piedad en tantos niños huérfanos, abuelos, adolescentes y jóvenes que son protegidos y evangelizados por manos amorosas y desinteresadas.
  Gracias, Señor, por tantos beneficios y dones.
  Gracias, Señor, por tu iglesia sanrafaelina.

  Perdón te pedimos si no hemos sabido cuidar tus regalos.
  Perdón te pedimos si nos conformamos y no nos empeñamos en acrecentar lo recibido.
  Perdón te pedimos si creímos, por un instante siquiera, ser hechura nuestra lo tuyo donado.
  Perdón te pedimos si estamos dormidos, si no hemos sabido defender tan preciosos talentos que dio Tu Misericordia a nuestra miseria.
  Perdón te pedimos si de a poco nos hemos acostumbrado a tus cuidados.
  Perdón te pedimos, en fin, si no hemos valuado en su justa medida la enorme grandeza de tan hermosos dones.

  Danos fuerza, Señor, para defenderlos de quienes pretenden arrebatárnoslos.
  Danos fuerza, Señor, para no ceder ante ellos, para mantenernos firmes y constantes, al decir de San Pablo, en la defensa de Tu Nombre.
  Danos fuerza, Señor, para velar por lo que hemos recibido de tantos varones santos como Monseñor Kruk y el Padre Ezcurra.


  Danos fuerza, Señor, para serte fieles.


5 comentarios:

  1. ¿Cuál es el problema con la guitarra? el documento de la Iglesia que habla al respecto dice que recomienda el uso del órgano por sobre otros (incluso dice "de tubos" ¿hay alguno acá?), pero que en caso de no haber puede hacerse uso de otros, como el caso de la guitarra, siempre que se cuente con el permiso de la jerarquía correspondiente...pero claro, qué te voy a hablar de jerarquía y del respeto y la obediencia que se merecen...

    Además, la guitarra es EL instrumento de nuestro folclore nacional ¿no? está presente en cuanta peña parroquial se organiza...¿no? incluso hay curas que anda grupitos musicales tienen y andan pisando escenarios ¿y entonces por qué no puede formar parte de nuestras celebraciones litúrgicas? ¿para Dios no? ¿y qué dicen los documentos de la Iglesia en cuanto a la INCULTURACIÓN? ¿no es parte de nuestra cultura la guitarra? dónde quedó tu nacionalismo.

    Te invito a leer el pasaje del Evangelio donde Jesús les dice qué les espera a quienes le dicen "Señor, Señor" creyendo que han hecho mucho bien...

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  2. Muy lindo! Pero lamentablemente, hasta en nuestro querido San Rafael, existen sacerdotes que ya no visten sus sotanas con orgullo, pues la reemplazan por camisas y pantalones de vestir, siendo sólo el cuello clerical lo único que los distinguen de un laico a simple vista. Recemos por ellos...

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  3. Sr. Comentarista 2:

    Otro ya se ha encargado de responderle con argumentos racionales sobre el uso litúrgico de la guitarra, que es el tema de fondo. Sin embargo, a mí me corresponde responder a los argumentos ad hominem, que injustamente esgrime.
    En efecto, me molesta sobremanera la alusión final al pasaje de la Escritura sobre el publicano que reza en el templo creyendo que ha hecho todas las cosas bien... Nada más lejos a la intención del texto publicado. Quizás ud. no sea de San Rafael, pero es evidente que no fui yo quien organizó la misa y procesión de Corpus, quien proveyó los ornamentos, quien eligió los cantos, ni mucho menos quien los entonó (de hecho, cualquiera de los que me conocen podrían atestiguar que soy muy limitado para ello). Así pues, el artículo es un elogio para todos aquellos que se esforzaron para que la ceremonia saliera como salió. A ellos, empero, les advierto al final que no se dejen engañar y vayan a creer que son hechura suya los regalos de Dios. Por último, el artículo es un elogio para esos dos grandes hombres que son los autores indirectos de que nuestro departamento sea como sea: Monseñor Kruk y el Padre Ezcurra. Con ellos no se meta, por favor.
    Por lo tanto, el escrito no intenta ni por las tapas resaltar virtudes mías. No seamos falaces. Discutamos si ud. quiere los argumentos sobre el uso litúrgico de la guitarra pero obviemos las chicanas y las ironías.
    Saludos.

    Rodrigo Álvarez

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  4. Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat.
    ¡Viva Cristo Rey!

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